La fiesta de Gata

La fiesta de Gata
Marisol Laphen Aguirre

Gata no miró a Marisol estaba muy indignada, enojada y confundida. No entendía porqué la habían dejado sola en ese patio tan grande, donde pega el sol y hace mucho calor. Ella le dijo a su dueña que muy emocionada había traído un gran regalo a mamá, un precioso animalito gris con cola larga, nariz puntiaguda y ojos negros. Pensó que con todos los gritos que dio mamá ella estaba feliz.

Después, le comentó que estaba confundida porque la regañó diciendo que sólo dormía, comía y recibía cariños, pero a la hora de cazar no lo hacía bien. Esa noche, gata decidió encontrar la rata y deshacerse de ella. Rata, muy astuta, la convenció. mientras botaneaban con croquetas y agua, de vivir las dos juntas en la casa, a lo que gata accedió. Como tenían música, comida y buen ambiente, llegaron muchos vecinos; cucarachas, cachoras, mariposas negras y algunas hormigas.

La reunión se fue convirtiendo en fiesta, bailaron y rieron hasta el amanecer. Gata pensó que sería muy divertido hacer eso todas las noches.

El siguiente día fue total confusión, pues mamá enojada la persiguió por toda la casa hasta sacarla.

Le cerró todas y cada una de las puertas y ventanas. Gata, triste e indignada, observó a través de la ventana cómo mamá servía un poco de sus croquetas en un plato especial y la condimentaba con un polvo gris, para luego ponerla en una esquina de la cocina. Gata tenía en los ojos lágrimas de tristeza y coraje. Dos horas después de nuestra plática, Gata sigue esperando a que le abran la puerta.