Política y tradición en Semana Santa Mazatlán a la orilla del mar

Política y tradición en Semana Santa

Mazatlán a la orilla del mar

Fernando García Álvarez

Reconfortado por una opípara comida, escribo y describo la tarde de este viernes santo del 2021. Lejos ya el invierno, un poderoso sol centelleante inunda hasta el último rincón de la casa con sus destellos áureos de primavera, los gatos se han refugiado en los rincones frescos, la ahora escasa quietud citadina me obsequia unos minutos y sé que más tarde veré pasar la procesión religiosa, como lo marca el canon que nos recuerda el fundamento de las creencias y rituales espirituales de la gran mayoría de mexicanos. La tradición es parte medular de nuestra existencia sin importar origen ni nacionalidad, esta ley no escrita en los códigos civiles o penales define de manera casi inconsciente nuestro proceder, conducta o actitud cotidiana, este conjunto de rituales son el legado que recibimos de nuestros mayores y entregamos con nuestra aportación a la generación que nos precede.

Mazatlán, Sinaloa. Semana Santa de 2021.

De las costumbres entrañables en México destaco la de preparar en un largo y dedicado proceso los platillos típicos de temporada para después compartirlo con familiares y amigos, sí hablo de las tortitas de charal, los romeritos también llamado revoltijo, la capirotada o los chiles rellenos. La dedicación y entrega dedicados al bello arte de la gastronomía no puede ser otra cosa más que un acto de amor para ofrendarlo a nuestros seres queridos, costumbre que, con devoción al menos en mi entorno se sucede sin interrupción año con año.

Al ser la tradición un modelo mental de valores, creencias y costumbres que forman parte de la identidad de los pueblos podemos decir que son los patrones que forman la idiosincrasia de las comunidades y naciones y que se mantienen casi siempre inmóviles en el tiempo.

“Conviene tener en cuenta que muchas creencias se apoyan en el prejuicio y la tradición” escribió René Descartes y es que no todas las costumbres son tan generosas, esto viene al caso porque me llega información de algunos hechos increíblemente absurdos que ocurren en todo el país tocando por ahora a la magnífica ciudad costera de Mazatlán, Sinaloa. ¿Es la estupidez parte de nuestras costumbres o tradiciones?

Mazatlán, Sinaloa. Ciudadanos esperando ser vacunados.

Además de verse invadidos por decenas de miles de vacacionistas irresponsables y esquizofrénicos que deambulan por sus playas como si la plaga de Covid fuera un mal chiste, los mazatlecos han tenido que lidiar con la costumbre de ser gobernados por políticos afectados al menos a primera vista por déficit cognitivo.

El gobernador de Sinaloa Quirino Ordaz Coppel político y empresario de extracción priista había prometido en un evento oficial en la comunidad de El Rosario y ante el jefe del poder ejecutivo de la nación “Nos irá a toda madre” y precisamente hoy muchos ciudadanos estarán mentando incluso a gritos a la susodicha señora porque la aplicación de la vacuna en el estado ha carecido de una estrategia bien diseñada al obligar en Mazatlán a la gente a hacer fila desde las 4 de la mañana para obtener un lugar y después a permanecer por horas bajo el rayo del sol a los adultos mayores a 70 años y personas con capacidades distintas, sometiéndolas a las inclemencias del tiempo y al cansancio además de encontrarse muchos de ellos por su edad en situaciones de salud muy frágiles, obviamente las insolaciones no se hicieron esperar.

En alguna de las largas filas se escuchó decir, que “a Quirino solo le importan sus negocios y no la salud de sus paisanos” pues a pesar de los métodos ya probados en otros lugares del país como el de citarlos por día y hora dependiendo de la primera letra del apellido para hacer de la aplicación de la vacuna una operación rápida y efectiva, en Mazatlán la multitud manipulada por comunicadores sin escrúpulos acudió sin orden ni concierto ante la ineptitud de una secretaria de salud estatal. ¿O el desorden es bajo la lógica de a río revuelto, ganancia de pescadores en año electoral?

Destaca la insistencia del gobernador por pedir a la SSA el que agilice los permisos para que empresas y gobiernos estatales puedan comprar vacunas contra Covid 19 cuando es de vox populi la escasés de vacunas en el mercado mundial y la negativa de las farmacéuticas a venderlas a particulares y gobiernos estatales, así pues ¿cortina de humo o ganas de seguir con la ridícula tradición del atole con el dedo? Como dice un amigo de Guasave hay que ser cochí pero no tan trompudo.

Mazatlán, Sinaloa. Ciudadanos en espera de vacuna.

La tradición de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos decía Karl Marx, esas generaciones muertas de obtusos gobernantes primitivos como señores feudales han torcido la cultura política mexicana al heredarnos un costal de lacras, vicios y mañas de la peor caterva que han terminado por envilecer la noción del bien y el mal. Urge en la ciudadanía una toma de conciencia para hacerse respetar ante el poder y que el hombre de la calle, ese que vive al día con la única fortuna que le da su fuerza de trabajo deje de ser un receptor pasivo de las decisiones de unas cuantas familias todopoderosas. Los empresarios y terratenientes por su propia naturaleza de buscar el lucro y la ganancia a toda costa jamás se ocuparán del bienestar del pueblo, ellos te dirán ¿quieres vacunas? Cómpralas ya, mi compa las vende en sus tiendas.